Las tensiones generadas en los centros urbanos por el aumento de los precios del alquiler han reavivado el interés por el sector inmobiliario en España. Desde 2013, momento en el que la economía tocó fondo, los arrendamientos se han elevado especialmente en las grandes ciudades, un 43,75% en el caso de Madrid y el 48,28% en Barcelona, según datos de Idealista. En la Ciudad Condal, el precio medio por metro cuadrado alcanza los 17,2 euros y en la capital española se sitúa en los 16,1 euros, lo que las consolida como las dos urbes con los alquileres más caros.
La proliferación de pisos turísticos, la mejora de la economía y el temor a una nueva burbuja inmobiliaria se han señalado como las causas de una subida generalizada en los alquileres. Sin embargo, los expertos aducen una cuestión
de oferta y demanda. “En los últimos años hay más trabajo, más emancipación y más gente que se va a vivir a las ciudades. El precio aumenta porque los pisos tienen mucha demanda. Es la principal causa”, explica Rubén Cózar, director de residencial en Foro Consultores.
En 2013 se modificó la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Hasta entonces, los contratos de alquiler estaban blindados por una duración de cinco años, y de ahí en adelante se redujeron a tres. “Mientras duraban los efectos de la recesión, los alquileres no subieron porque los contratos, sujetos al IPC, se encontraban en una situación de inflación plana y eran más baratos”, explica Fernando Encinar, analista y cofundador del portal Idealista.
Fuente: Cinco Días. Seguir leyendo.