A finales de abril, tras el accidentado gran premio de motociclismo de Austin (Texas, EEUU), la Hacienda alemana envió un requerimiento a todos los equipos de MotoGP reclamando datos fiscales de los pilotos sobre lo cobrado por la carrera en Alemania durante los años 2015 y 2016. El nerviosismo cundió en el ‘paddock’.

El paraíso fiscal ambulante que son los mundiales de motociclismo y Fórmula 1, con pilotos residiendo en países de tributación mínima y carreras ‘de facto’ sin impuestos, está amenazado. Como ya hace Francia, Alemania y España pretenden gravar al menos las carreras que se celebran en su territorio. Fuentes del sector señalan que el camino es irreversible. Después del fútbol, llega el motor.

El requerimiento del fisco alemán no llegó directamente a los pilotos sino a IRTA (International Road-Racing Teams Association), la asociación que agrupa a todos los equipos del mundial. “Pedía datos de 2015 y 2016, lo que implica que también quiere cobrar por 2017 y 2018”, explica una fuente del sector. Fue IRTA la que avisó a los pilotos, según tres personas conocedoras del mundial que piden el anonimato.

La pretensión de Alemania es cobrar por las rentas generadas en ese país, donde se corre uno de los grandes premios del mundial. Es algo que hasta ahora solo hacía Francia y que España está preparando. En la práctica, eso va a dinamitar el actual sistema fiscal del mundo del motor.

Fuente: Cinco Días. Seguir leyendo.